Ingredientes.-
350g de harina no muy dura, una cucharada (de las de café) de sal, media cucharada (de las de café) de levadura en polvo, una cucharada sopera de aceite de oliva o de girasol, 20ml de agua templada.
Elaboración.-
En un poco de agua templada disuelve la levadura. Con la harina forma una corona y pon en el centro de ella el resto de los ingredientes. Amasa bien hasta formar una pasta suave que se despegue de las manos.
Envuelve la masa en un paño limpio ligeramente espolvoreado con harina, envuélvela en él y, en un lugar templado y sin corrientes de aire. Deja que suba hasta que doble el tamaño de su volumen. Unta con un poco de aceite una bandeja de las que hay para hacer pizza (o una de horno), trabaja un poco de nuevo la masa y extiéndela con un rodillo, dejándola de 2 a 3 milímetros de grosos. Vuelve a dejarla reposar hasta que esté esponjosa. Pincha el fondo con un tenedor para que no se levante la masa y ya estará lista para que la cubras con los ingredientes que desees.
"Para hacer que leve más rápido la masa, mete el recipiente donde esté la masa de la pizza, cubierta con un paño, en un recipiente algo mayor lleno hasta la mitad de agua caliente; verás cómo sube con gran rapidez."
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